El
desprendimiento de retina se produce cuando esta capa del ojo se desgarra y el líquido que existe en la cavidad vítrea traspasa la retina, acumulándose debajo. La red de nervios que conforman la parte de la retina sensible a la luz forma una delgada película que se adhiere firmemente al tejido que lo sostiene por debajo. Cuando estas dos capas se separan, la retina no puede funcionar y, a menos que se las vuelva a unir, puede quedar dañada para siempre. Uno de los signos de rotura puede ser la visión de moscas volantes o de destellos luminosos. Estos síntomas deben consultarse con el oftalmólogo.
El desprendimiento de retina puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más frecuente que se dé en edades avanzadas.
Causas
Muchos factores pueden desembocar en un desprendimiento de retina. Esta alteración es una de las complicaciones más graves de la retinopatía diabética, pero también puede aparecer por un proceso degenerativo de la retina, por un traumatismo, una inflamación o una hemorragia, que fraccione la capa, la rompa y la desprenda.
Según la Revista de la American Medical Association, el 67 por ciento de las personas que sufren un desprendimiento de retina son miopes, por lo que tener una alta miopía (más de -7 dioptrías) también se puede considerar un factor de riesgo.
Otro de los factores de riesgo es que existan antecedentes familiares que hayan sufrido un desprendimiento de retina; haberse sometido a una operación de cataratas o haber tenido un glaucoma también pueden provocarlo.
Síntomas
El desprendimiento de retina es indoloro, pero puede crear imágenes de formas irregulares flotando odestellos luminosos y puede nublar la visión. La pérdida de la visión comienza en una parte del campo visual y a medida que avanza el desprendimiento, la pérdida de visión se extiende. Si el área macular de la retina se desprende, la visión se deteriora rápidamente y todo se torna borroso.
Prevención
La consulta periódica al oftalmólogo es la manera más efectiva para detectar un desprendimiento de retina a tiempo y prevenir que sus consecuencias sean más graves. Esta visita está especialmente indicada a aquellas personas que cumplan los factores de riesgo, como los miopes o diabéticos.
Diagnóstico
Un especialista de los ojos (oftalmólogo) examina la retina mediante un oftalmoscopio (un instrumento utilizado para ver la parte interna del ojo) y en general puede ver el desprendimiento. Si el desprendimiento no es visible, un examen con ultrasonidos (ecografía) puede evidenciarlo.
Existen varios exámenes que se llevan a cabo para comprobar el estado del ojo, la retina y la pupila:
- Angiofluoresceinografía: para observar el flujo de sangre en la retina.
- Tonometría: comprobar la presión del ojo.
- Oftalmoscopia: para examinar la parte posterior del ojo (fondo de ojo).
- Comprobación de la visión cromática.
- Examen de agudeza visual.
- Examen con lámpara de hendidura: para examinar las estructuras frontales del ojo.
- Ecografía del ojo.
Tratamientos
Depende de la gravedad del daño de la retina. Si se detecta cuando sólo se ha producido una rotura, elláser puede servir para repararla así como otros métodos, como la inyección de burbujas de gas o la crioterapia (tratamiento a base de frío).
Si ya se ha producido el desprendimiento, se emplea un tratamiento quirúrgico que consiste en colocar una banda de silicona que ciña la retina al globo ocular, como un cinturón (introflexión). También se puede realizar una vitrectomía, en la que se extrae el tejido cicatricial que tracciona de la retina.